martes, 11 de noviembre de 2008

“EL SIDA: PROFUNDOS CUESTIONAMIENTOS Y RUPTURA DE PARADIGMAS “


Por: Anita Del Rosario Zevallos Cotrina.
Profesora Adscrita al departamento de Ciencias de la Salud

La epidemia del VIH / SIDA, a nivel mundial, no solo, es un problema de salud pública, es también una cuestión social, económica, política, moral y uno de los desafíos más grande para la vida y la dignidad de los seres humanos.

Esta epidemia ha cobrado un numero devastador de victimas en las familias y comunidades de todo el mundo, a medida que va avanzando, la epidemia deja de tras de si una creciente carga de atención a los enfermos, los moribundos y aquellos que la sobreviven.

Nuestro País no escapa de este desafió. La epidemia en el Perú aumenta cada día; esto se manifiesta principalmente en la población masculina, pero también existe aumento de incidencias en mujeres.

La expansión del VIH/ Sida ha llevado a profundos cuestionamientos y a la vez a la ruptura de paradigmas en relación a la atención de salud. Por lo que este problema se convierte en un reto para todas las disciplinas , las cuales tienen que estar preparadas para enfrentar y dar solución a la nueva demanda sanitaria de la población afectada por esta problemática; en donde las familias y personas que viven con VIH/Sida enfrentan los dolores de la patología, pero además deben enfrentar el repudio, la vergüenza, el estigma, la discriminación, el dolor físico, espiritual y el no respeto a sus derechos como persona, lo cual poco a poco lo va alejando de sus redes sociales más cercanas.

Esto implica que cuidar a estas personas, es brindarle un cuidado basado en la paz, el respeto, la aceptación, solidaridad, amor y conocimiento. Para intentar lograrlo será necesario que los profesionales de salud realicen un gran cambio personal; tanto a nivel cognoscitivo, emocional y espiritual con la finalidad de que acepten, faciliten, y compartan el cuidar a la población afectada; y sean consienten que el contacto humano con estas personas permite salvaguar la dignidad humana, reducir la vulnerabilidad y evitar la muerte social.

Además, deberán reforzar competencias para promocionar la salud, y brindar cuidados basado en la equidad dado que las penurias económicas y la exclusión social incrementa la vulnerabilidad social e individual ante el VIH/SIDA; igualmente considerar el empoderamiento, una herramienta esencial para ejercer abogacía, capacitar a la comunidad que con su cultura y creencias sea capaz de modificar comportamientos de riesgo ; en igual sentido es necesario el compromiso social y la participación comunitaria basada en la participación conjunta, respeto y confianza; lo que le permitirá adquirir habilidades políticas necesarias para ejercer el liderazgo en la lucha frontal contra esta pandemia. Vencer el VIH/SIDA es un reto de todos.