jueves, 7 de mayo de 2009


Por: Maximiliano Arroyo Ulloa
Decano de la Facultad de Ingeniería

El calentamiento global es una certeza que cada día tiene más consenso científico y que ha pasado de ser una hipótesis acreditada a una evidencia dramática. La situación se hace más compleja por la velocidad con la cual se viene manifestando el fenómeno, si antes los cambios climáticos se daban en el curso de cientos o miles de años, hoy en día se habla solo de algunas decenas de años.

El calentamiento global se debe principalmente a tres factores: el efecto invernadero natural, la radiación solar y las actividades geotérmicas de los volcanes. Pero es el efecto invernado natural quién está produciendo el desequilibrio al haberse incrementando los gases de efecto invernadero. Dicho incremento es producido por las actividades humanas, como por ejemplo: la disminución y/o pérdida de biomasa (sobreexplotación agrícola, deforestación, etc.); degradación y compactación de suelos (monocultivos, uso excesivo de fertilizantes e insecticidas químicos, excesivo maquinado, etc.); y el uso de combustibles fósiles (petróleo, carbón, gas natural) en el sector transporte e industrial.

En ese sentido, la concentración de anhídrido carbónico (CO2) en la atmósfera sigue creciendo. Ya en el año 2008 los niveles de CO2 alcanzaron un promedio anual de 386 parte por millón (ppm), y solo en el 2009 ya estamos en un promedio de 388,79 ppm. Si bien aún estamos a inicios del año, los valores de enero, febrero y marzo siguen siendo mayores en comparación a todos los años anteriores.

Esto se debe a que el sistema llamado tierra está saturado, y no tiene el tiempo necesario para “procesar y digerir” el CO2. Un papel fundamental son los océanos que tenían la función de “esponja” en grado de absorber dichos gases, función que se viene perdiendo porque son cada vez más ácidos. Cada año se liberan en la atmosfera alrededor de 25 mil millones de toneladas de CO2 mientras que el planeta solo tiene la capacidad de reabsorber menos de la mitad a través del proceso de fotosíntesis. Otro gas que preocupa es el metano, un gas muy raro en la atmósfera pero con un efecto invernadero 25 veces mayor al CO2. El metano ingresa en la atmósfera por causas debidas a las actividades humanas y ha aumentado en 4,4 ppm con respecto al año 2008.

Ante las dudas de la verdadera magnitud del impacto del calentamiento global, el informe 2008 del Observatorio de la Tierra que lidera la NASA, ha demostrado que la Antártida se ha calentado en un rango de 0,12 grados centígrados por década desde 1957. En el caso del norte Peruano las anomalías promedio de temperatura oscila entre 0,6 y 1 grado centígrado.

Se debe seguir insistiendo en la sensibilización de la población sobre los daños y riesgos del cambio climático, con particular atención en los sectores que sufren y/o sufrirán gradualmente las consecuencias, como son los sectores agroindustriales, energéticos y salud, quienes deben integrar en sus planes de desarrollo, la adaptación al calentamiento global.