Por: Rolando Monteza Calderón
Coordinador del Área de Filosofía
Profesor adscrito al Departamento de Ciencias Teológicas
La semana pasada el Departamento de Humanidades de la Universidad de Piura sacó a la luz el volumen nº 15 de la Colección Cuadernos de Humanidades. La edición estuvo a cargo de Crisanto Pérez Esáin y Víctor Hugo Palacios Cruz. Este último, profesor adscrito al Departamento de Ciencias Teológicas de nuestra Universidad.
Para nuestro Departamento resulta muy grato recomendar la lectura de esta obra y reconocer la labor del profesor Víctor Palacios, tanto en el ámbito de la docencia como de la investigación y extensión universitaria, cuyo fruto se ha plasmado en la edición de esta obra en homenaje a Julio Ramón Ribeyro. Dicha obra está constituida por 14 textos, escritos no sólo “desde el calor de Piura sino también desde el calor de la amistad”.
Julio en el Rosendal. Memoria de una escritura recoge las ponencias de las Jornadas universitarias realizadas en Piura en el año 2004, que contó con la presencia de destacados humanistas y literatos. El evento fue coordinado por el profesor Víctor Hugo Palacios quien colaboró también con una ponencia titulada “Ribeyro: La mirada y la palabra. La escritura como comprensión de la vida”.
Julio Ramón Ribeyro vivió entre los años 1929 y 1995. Viajó a España y Alemania, estableciéndose en París. Tuvo esporádicos regresos al Perú. No obstante fue testigo de una Lima en vertiginosa transformación, allá por los años ’50, época de cambios socioeconómicos, la industrialización de la costa y la migración de pobladores de las provincias de la sierra central. Al iniciarse la década del noventa regresó definitivamente al Perú. Vivió sus últimos años rodeado del afecto de los lectores que lo reconocían en la calle, pues su Palabra del mudo sí se había dejado escuchar y aún muchos nos seguimos deleitando con su lectura.
Aunque cultivó también el teatro y la novela, Ribeyro es considerado fundamentalmente un cuentista, probablemente el mejor de toda la tradición literaria del Perú. Por Julio en el Rosedal. Memoria de una escritura desfilan significativos comentarios a su producción literaria: Crónicas de San Gabriel (1960), Los geniecillos dominicales (1964), Cambio de guardia (1976), Y, entre otras, Silvio en el Rosedal (1977), que serviría de inspiración para el título de estas jornadas y de esta nueva publicación.
Rosedal, la hacienda más cotizada del valle de Tarma, es descrita por Ramón Ribeyro como un lugar de reposo y esparcimiento; es, también, un lugar fecundo, capaz de surtir de leche a todo el vecindario. Así es la obra de Ribeyro, fecunda, alegre, agradable, divertida y elegante. Así es Julio Ramón.
Hoy los profesores Crisanto Pérez y Víctor Palacios nos lo hacen presente a través de sus escritos, que se transforman en memoria viva. Ribeyro como todo literato, filósofo o pensador es memoria de una escritura, pues los lectores se acercan a sus vidas a través de aquellas cuotas que de sí misma va dejando con su pluma en cada una de sus obras.
Esta misma conciencia tenía Ribeyro, quien en 1992 en un diario personal nos dice que "Todo diario íntimo es un coloquio humillante con ese implacable director espiritual que llevamos dentro todos los hombres afectos a ese tipo de confidencias” Esta misma idea es también el hilo conductor de la obra que ahora presentamos, pues intenta retratarnos la personalidad de Julio Ramón Ribeyro, de traérnoslo a la memoria a través de sus escritos.
Para nuestro Departamento resulta muy grato recomendar la lectura de esta obra y reconocer la labor del profesor Víctor Palacios, tanto en el ámbito de la docencia como de la investigación y extensión universitaria, cuyo fruto se ha plasmado en la edición de esta obra en homenaje a Julio Ramón Ribeyro. Dicha obra está constituida por 14 textos, escritos no sólo “desde el calor de Piura sino también desde el calor de la amistad”.
Julio en el Rosendal. Memoria de una escritura recoge las ponencias de las Jornadas universitarias realizadas en Piura en el año 2004, que contó con la presencia de destacados humanistas y literatos. El evento fue coordinado por el profesor Víctor Hugo Palacios quien colaboró también con una ponencia titulada “Ribeyro: La mirada y la palabra. La escritura como comprensión de la vida”.
Julio Ramón Ribeyro vivió entre los años 1929 y 1995. Viajó a España y Alemania, estableciéndose en París. Tuvo esporádicos regresos al Perú. No obstante fue testigo de una Lima en vertiginosa transformación, allá por los años ’50, época de cambios socioeconómicos, la industrialización de la costa y la migración de pobladores de las provincias de la sierra central. Al iniciarse la década del noventa regresó definitivamente al Perú. Vivió sus últimos años rodeado del afecto de los lectores que lo reconocían en la calle, pues su Palabra del mudo sí se había dejado escuchar y aún muchos nos seguimos deleitando con su lectura.
Aunque cultivó también el teatro y la novela, Ribeyro es considerado fundamentalmente un cuentista, probablemente el mejor de toda la tradición literaria del Perú. Por Julio en el Rosedal. Memoria de una escritura desfilan significativos comentarios a su producción literaria: Crónicas de San Gabriel (1960), Los geniecillos dominicales (1964), Cambio de guardia (1976), Y, entre otras, Silvio en el Rosedal (1977), que serviría de inspiración para el título de estas jornadas y de esta nueva publicación.
Rosedal, la hacienda más cotizada del valle de Tarma, es descrita por Ramón Ribeyro como un lugar de reposo y esparcimiento; es, también, un lugar fecundo, capaz de surtir de leche a todo el vecindario. Así es la obra de Ribeyro, fecunda, alegre, agradable, divertida y elegante. Así es Julio Ramón.
Hoy los profesores Crisanto Pérez y Víctor Palacios nos lo hacen presente a través de sus escritos, que se transforman en memoria viva. Ribeyro como todo literato, filósofo o pensador es memoria de una escritura, pues los lectores se acercan a sus vidas a través de aquellas cuotas que de sí misma va dejando con su pluma en cada una de sus obras.
Esta misma conciencia tenía Ribeyro, quien en 1992 en un diario personal nos dice que "Todo diario íntimo es un coloquio humillante con ese implacable director espiritual que llevamos dentro todos los hombres afectos a ese tipo de confidencias” Esta misma idea es también el hilo conductor de la obra que ahora presentamos, pues intenta retratarnos la personalidad de Julio Ramón Ribeyro, de traérnoslo a la memoria a través de sus escritos.