martes, 17 de marzo de 2009

“LA LECTO-ESCRITURA: DESDE EL ENFOQUE COMUNICATIVO TEXTUAL”


Santiago Octavio Bobadilla Ocaña
Profesor Adscrito al Departamento de Ciencias de la Educación.

El pasado 15 de febrero, los profesores de los niveles de Educación Inicial, Primaria y Secundaria a nivel nacional rindieron una evaluación escrita, con la finalidad de lograr una plaza por contrato en Educación Básica Regular. En uno de los ítems, a los profesores de la especialidad de Educación Primaria que pertenecen a la jurisdicción de la Dirección Regional de Lambayeque (DREL), se les preguntan por el enfoque que sustenta el área de Comunicación.

El Ministerio de Educación en documentos oficiales, viene asumiendo que el área de Comunicación está sustentada en el enfoque Comunicativo y Textual (ECB, 2000; DCN, 2005 Y 2009). Aproximadamente el 80% de profesores evaluados, no contestaron correctamente dicha pregunta. El MED afirma que: “Cuando se hace referencia a lo comunicativo, se considera la función fundamental del lenguaje que es comunicarse, es decir, intercambiar y compartir ideas, saberes, sentimientos y experiencias en situaciones comunicativas reales, haciendo uso de temáticas significativas e interlocutores auténticos. Se enfatiza la importancia del hecho comunicativo en sí mismo, pero también se aborda la gramática y la ortografía, con énfasis en lo funcional y no en lo normativo”.

Cuando se habla de lo textual se trata de la concordancia con la lingüística del texto que lo considera como unidad lingüística de comunicación. En este sentido se propone el uso prioritario de textos completos; esto quiere decir que cuando sea necesario trabajar con palabras, frases o fragmentos para fortalecer alguna de las destrezas de comprensión o producción textual, debe asegurarse la relación de interdependencia con un texto.

Frente a este sustento, los profesores no cuestionan la pertinencia o el método que utilizan para la enseñanza-aprendizaje de la lecto-escritura, que varía entre los métodos sintéticos que parten de elementos menores de la palabra o los métodos analíticos que parten de unidades mayores; aunque muchos son los aspectos que discrepan ambos métodos, los desacuerdos se refieren sobre todo al tipo de estrategia en juego: auditiva en los sintéticos y visual en los analíticos, y que el énfasis puesto en las habilidades perceptivas descuida dos aspectos que son fundamentales en el aprendizaje de la lecto-escritura: a) la competencia lingüística del niño y b) sus capacidades cognoscitivas.

La psicolingüística contemporánea, ha cambiado radicalmente nuestras concepciones sobre los procesos de adquisición de la lengua materna en el niño. En el modelo asociacionista clásico, todo se explicaba en función de una tendencia a la imitación, por parte del niño, y la administración de refuerzos selectivos, por parte del adulto.

La visión actual del proceso es diferente, en lugar de un niño que espera pasivamente el reforzamiento externo de una respuesta producida poco menos que al azar aparece un niño que trata activamente de comprender la naturaleza del lenguaje que se habla a su alrededor y que tratando de comprenderlo, formula hipótesis, busca regularidades, pone a prueba sus anticipaciones y se forja su propia gramática.

Los profesores deben revisar la teoría, para dar sustento a su práctica pedagógica, de manera que asuman que la comunicación es vehículo para relacionarse con diferentes interlocutores, que la lecto-escritura es un objeto de uso social con existencia social y no exclusivamente escolar, todo esto permitirá desarrollar la competencia lingüística en los niños y niñas y entenderán que la escuela está en sintonía con su contexto familiar y barrial.