lunes, 23 de marzo de 2009

“DIGNIDAD DEL EMBRIÓN: INICIO DE LA VIDA HUMANA”


Por: Antero Yacarini Martínez
Profesor adscrito al Departamento de Ciencias de la Salud

A nivel mundial, el inicio de la vida humana es objeto de múltiples ataques desde la promoción y legalización del aborto terapéutico y eugenésico y el uso de la anticoncepción oral de emergencia (AOE) que, además de su acción anticonceptiva, actúa en un tercer efecto con una acción contraria a la implantación. Por tanto, es de carácter abortivo.

Nuestro país no está ajeno a estos ataques. Se han venido admitiéndose mediante proyectos de ley y sentencias judiciales a nivel del Tribunal Constitucional. Tales ataques a la vida humana responden no solamente a intereses de orden económico, sino también a una agenda propia internacional contra la vida y la familia. El argumento científico y la verdad deben abrirse como punto de partida para entender el inicio de la vida humana y por ende definir exactamente el estatuto del embrión humano, tomando como ayuda y complemento las aportaciones de las ciencias biomédicas.

El embrión humano es una persona humana, valorado primero por su naturaleza biológica y genética. Desde la fecundación, se presenta como un individuo de la especie humana sustentado en cuatro características fundamentales: novedad biológica, unidad, continuidad y autonomía en una diálogo molecular entre madre e hijo, además de su estado ontológico, caracterizado por su dignidad y fundamentación biológica (1) (2). Desde la Biología Molecular, la Genética y la Embriología se reconoce universalmente el inicio de la existencia de un nuevo “ser humano”, constituido por la penetración del espermatozoide en la membrana ovular a través de la fecundación, evento fundamental del comienzo del desarrollo de un nuevo organismo que implica una serie coordinada de eventos y de interacciones celulares que permiten el encuentro entre el espermatozoide y el ovocito para formar una nueva célula activada, el cigoto o embrión unicelular: un nuevo organismo de la especie humana. (3). Se inicia, así, una nueva vida humana cuyas principales capacidades requieren un tiempo para desarrollarse y poder actuar. Los sustentos antropológicos, ontológicos y éticos fortalecen más la argumentación biológica del estatuto del embrión humano basado en sus derechos y deberes y su naturaleza como un nuevo ser, como una persona humana.

El 25 de marzo celebramos en nuestro país el día del Niño por Nacer. El Congreso de la República estableció una disposición y aprobó la ley 27654 en el 2002 para reforzar el respeto a toda persona desde el momento mismo de su fecundación. Pero este respeto debe considerarse no solamente en esta fecha, sino siempre y avalado por toda la sociedad con una respuesta coherente y un rotundo: ¡Sí, a favor de la Dignidad y la defensa por la Vida Humana en esta etapa!

Desde el Centro de Investigación en Bioética de la USAT, promovemos esta búsqueda de la verdad sobre el inicio de la vida humana frente a todos los atentados contra esta.


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[1] López Moratalla, N. Los quince primeros días del embrión humano. EUNSA, Pamplona, 2004
[2] Aznar Lucea, Justo La Vida humana Naciente. 200 preguntas y respuestas. BAC. Valencia, 2007

[3] Actas de la duodécima Asamblea General de la Pontificia Academia para la Vida “El embrión humano en la fase de preimplantación”, Vaticano 2006.