viernes, 2 de octubre de 2009

"LOS JUEGOS FLORALES"

Por : Dirección del Instituto Persona y Cultura USAT

El Instituto Persona y Cultura ha convocado a la quinta edición de los juegos florales universitarios titulados “Orquídea de Oro”, una verdadera tradición dentro del calendario y la vida de nuestra universidad y, a la vez, una señal de la identidad humanista y del espíritu que identifica a la USAT.

Los intereses profesionales, la esperanza del estudio, la diversidad cultural y la genuina ilusión de las edades que reúne el espacio de un campus universitario, suscita por naturaleza un ambiente interesado por el esfuerzo creativo. En la difusión de los conocimientos, en la discusión de las ideas y en la comunicación cotidiana, es notable el riesgo tan humano de pasar de la recepción de lo transmitido a la generación de una obra propia. La unidad de la condición humana añade a la rutina académica la posibilidad del deporte, la riqueza de la vida social, pero, también, la posibilidad de la iniciativa artística.

Esto es justamente lo que este concurso desea premiar y, por ello, fomentar. La educación integral que caracteriza a la USAT prolonga su labor, más allá de las aulas, los libros y las clases, en la promoción de la voluntad y las cualidades que acompañan a la composición de un poema, un relato, una pintura o una fotografía. Recursos que hacen todavía más plena esa excelencia humana que la Universidad presupone y favorece.

Los juegos florales tienen un linaje antiguo. Dedicados a la diosa Flora, desde el siglo segundo antes de Cristo, su aparición en Roma representó una ocasión para el lucimiento en el dominio de la palabra especialmente. Muchos siglos después, su organización en universidades, municipios y diversas instituciones de cualquier comunidad, ha brindado el impulso decisivo en la carrera de reputados escritores y artistas plásticos. Tal vez este primer reconocimiento estudiantil puede ser el estímulo que hace falta para que un talento, aún dubitativo, adquiera la certeza definitiva de su vocación. Una vocación que no sólo no entorpece las obligaciones del estudio, sino que, por el contrario, las eleva y enriquece.

El 9 de octubre vence el plazo para entregar los trabajos, y el 13 de noviembre de este año conoceremos a los ganadores. Los aplausos de todos ustedes serán también una emocionante reivindicación de sus capacidades, un alborozo para la vida universitaria y una genuina celebración del espíritu.