martes, 29 de septiembre de 2009

“LA NECESARIA REFERENCIA A LA BIOÉTICA PERSONALISTA”


Por: Rafael Santa María D’Angelo
Director del Departamento de Ciencias Jurídicas y
miembro del Centro de Investigación en Bioética de la USAT.

Cuando en el año 1970 el bioquímico Van Renselaer Potter acuñó el término bioética en los Estados Unidos, no imagino la repercusión que ésta iba a desarrollar en los años sucesivos.

En la actualidad ante el pluralismo y relativismo imperante, no resulta sencillo expresar el fundamento de la bioética. Y es que “…las discusiones sobre el estatuto del embrión; sobre la naturaleza propia y el carácter específico del acto de la procreación en relación con los temas de procreación asistida; la definición de la muerte…., requieren una concepción antropológica y una fundamentación del juicio ético centradas en la persona y en la propia naturaleza íntima del hombre…” [1]

El surgimiento de la Bioética nos muestra la necesidad de una reflexión que logre al avance de la ciencia médica y técnica, integrarle la reflexión ética centrada y fundada en la persona humana, así la interrogante de ¿por qué fundar la bioética en la persona?, no lleva una simple respuesta, sino más bien acompaña una seria reflexión racional sobre la realidad que constituye el centro de la actividad biomédica, a la vez sujeto y objeto de la misma: la persona humana.

Supone además considerar la sinonimia entre ser humano y persona humana, destacando que el valor del ser humano no queda condicionado por la adquisición de determinados atributos, pues a quien hay que reconocer, promocionar y defender es al hombre sin atributos (especial aquellos desprotegidos como son el concebido, el enfermo terminal, el discapacitado).

La respuesta que plantea la Bioética personalista a los nuevos desafíos científicos demanda un estudio y profundización cada vez más exigente, y al mismo tiempo requiere promover iniciativas de formación dirigida a universitarios, profesionales y familias en general, conscientes que estos dilemas éticos son y serán aquellos del presente y futuro de la humanidad.


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[1] SGRECCIA ELIO, Manual de Bioética. Editorial Diana. México 1996. Pp- 1- 2