Por: Mgtr. Blgo. Antero Yacarini Martínez
Centro de Investigación en Bioética-USAT
La formación universitaria implica procesos formativos continuos que involucran la participación de diferentes agentes y escenarios de acuerdo a la naturaleza de cada profesión. El estudiante y el profesor universitario no sólo asumen un compromiso con la investigación y estudio sino que en este proceso se forma y crece personalmente.
La esencia de una universidad es la búsqueda permanente de la verdad a través de la investigación científica y esto conduce a la formación integral de las personas y al desarrollo de la sociedad.
La Bioética es una ciencia relativamente joven y surge clásicamente de la ética médica sin embargo su alcance hoy en día se ha extendido a todas las ciencias. Consecuencia de este estudio es que en la actualidad existen una serie de dilemas éticos relacionados con aspectos como son el inicio de la vida, la sexualidad, la procreación, la enfermedad, el sufrimiento, la muerte, distribución de los recursos en salud y medioambiente, las nuevas tecnologías que se han originado por el mayor conocimiento de las estructuras más elementales, los cuales son cada vez más complejos lo cual han generado distancias cada vez más abismales entre el desarrollo que han alcanzado las ciencias biológicas y médicas y en el ámbito de las leyes, la política, la academia, la economía y los medios de comunicación social[1]. Por ello la bioética es un área que interesa al desarrollo en general y la vida universitaria no está exenta de este proceso formativo.
Los planteamientos bioéticos brindan un aspecto novedoso favoreciendo la reflexión y el diálogo de los dilemas bioéticos vistos desde una perspectiva personalista lo cual permite una promoción y la defensa de la vida desde el momento mismo de la concepción hasta la muerte natural, respetando la dignidad humana y la recta conciencia moral [2].
En este contexto, el aporte de la bioética en la formación universitaria plasma el rostro humano de todas las ciencias, ya que está de por medio el significado mismo del hombre [3]. Finalmente una formación bioética con un enfoque propiamente personalista permite que se formulen acciones y espacios que generen el bien común de las personas. En nuestra Universidad a través del Centro de Investigación en Bioética se promueve su aplicación no solamente en al formación de las ciencias biomédicas sino de toda la formación universitaria en general.
[1] WOJTYLA, K. Carta Encíclica Evangelium Vitae. 1995
2 TOMAS, G. Manual de Bioética. 3ª ed. Madrid: Ariel, 2002.
3 SGRECCIA, E. Manual de Bioética, 2ª ed. Diana, México, 1996.