lunes, 6 de abril de 2009

“INVESTIGACIÓN EN PEDAGOGÍA PARA EL DESARROLLO DE LA EDUCACIÓN”


Por: Juan Pablo Moreno Muro
Departamento de Ciencias de la Educación


En base a investigaciones muy serias y de dimensión mundial, La Educación encierra un tesoro (Delors et al., 1996), Los siete saberes necesarios para la educación del futuro (Morin, 1 999), o los Informes del Banco Mundial (2 000 y siguientes) sustentaron adecuadamente la necesidad de una revolución conceptual de la educación, de una revisión seria de los fundamentos y metodologías de aprendizaje de los nuevos conocimientos, y de la políticas educativas a nivel mundial para construir bases seguras de lo que debiera ser una nueva era en el desarrollo de la educación y, por ende, en el proceso de desarrollo humano.

Los hallazgos se han corroborado empíricamente en sucesos mundiales, como el colapso de algunas corporaciones financieras poderosas, responsabilidad de sus directivos que buscaron servirse de las empresas, en lugar de servir a través de ellas; o si se desea un indicador más trascendente, la crisis financiera que se afronta a nivel mundial. ¿A quién culpar de su desencadenamiento?; podría insinuarse a los expertos en economía, en finanzas, en administración, pero ello implicaría poner en tela de juicio su calificación profesional, lo que contradice el hecho de que los Estados Unidos de Norteamérica cuentan con universidades acreditadas internacionalmente que forman a los mejores profesionales e investigadores en éstas áreas a nivel mundial. ¿Qué sucede con los procesos de formación de profesionales y expertos; es decir, con la educación universitaria?

Situaciones como éstas, que no son exclusivas del país del norte, demandan dirigir la mirada y reflexión hacia la educación, porque los profesionales, expertos y líderes económicos y políticos son productos de procesos educativos. En el caso del Perú, ¿qué cambios sustanciales se han logrado en los indicadores de desarrollo del país. El Índice de Desarrollo Humano (IDH) que maneja el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), por ejemplo, no ha variado sustancialmente en los últimos años; se mantienen los problemas en educación, salud, economía, etc. Éste no es un problema de exclusiva responsabilidad de la educación, la economía, o la política; es un problema complejo que compromete a todos, porque los investigadores aportan soluciones teóricas a las problemáticas de los diferentes sectores, pero la praxis implica responsabilidades de otras esferas de la sociedad. ¿O las propuestas no son las más adecuadas?

En el Perú, en las últimas décadas se evidencia una fuerte tendencia a la investigación orientada al desarrollo de la educación; predominando las de carácter diagnóstico con fines propositivos. Propuestas interesantes para superar la problemática de la educación, pero aún se aprecian limitaciones en su consistencia o viabilidad, lo que plantea la necesidad de elevar la calidad de las investigaciones realizadas. Todo esto conduce a evaluar con rigurosidad científica los fundamentos pedagógicos que, a través de la didáctica y el currículo, concretan cualquier concepción de la educación.

Se requiere entonces potenciar la investigación en Pedagogía para mejorar la calidad de la educación en todos los niveles, pues la calidad de la educación superior depende en gran medida de la calidad lograda en los niveles precedentes. He aquí una demanda importante para las universidades, especialmente para sus Escuelas de Postgrado.