Por: Carmen Bazán Sánchez
Profesora adscrita al Dpto. de Ciencias de la Salud
Como profesores es significativo reflexionar cada día, acerca de la esencia del rol que desempeñamos en el día a día. La esencia de la educación es un acto de amor dado y recibido por el hombre que consiste estrictamente en ayudar a crecer; crecer en humanidad, formarse, ir desarrollando potencialidades, ir reforzando su naturaleza y creciendo para ser cada vez mas humano; el crecimiento como propio le corresponde a cada uno, uno no puede crecer por el otro.
Como educadores nuestro rol docente se basa en la premisa de que: el estudiante no es un ser perfecto y por ello recurre a educarse, por tanto como colaboradores de Dios debemos hacer, con nuestros mejores esfuerzos, un proyecto conjunto entre profesores y estudiantes, asumiendo responsabilidades bidireccionales, profesor-estudiante, estudiante-profesor, en donde podamos desarrollar la esencia de la educación: “ayudar a crecer”; la ganancia es ostensible, nosotros también creceremos.
Educar con optimismo, significa hacerlo en plena libertad, esta libertad implica el riesgo de éxito o fracaso, no temamos por ello, este ultimo proviene del mal uso de la libertad y por tanto crear conciencia moral del uso de la libertad en el educando es un reto que debemos asumir, para ello es indispensable nuestro ejemplo, la coherencia de vida evidenciada es la mejor forma de ayudar a crecer, es decir de educar.
Como educadores nuestro rol docente se basa en la premisa de que: el estudiante no es un ser perfecto y por ello recurre a educarse, por tanto como colaboradores de Dios debemos hacer, con nuestros mejores esfuerzos, un proyecto conjunto entre profesores y estudiantes, asumiendo responsabilidades bidireccionales, profesor-estudiante, estudiante-profesor, en donde podamos desarrollar la esencia de la educación: “ayudar a crecer”; la ganancia es ostensible, nosotros también creceremos.
Educar con optimismo, significa hacerlo en plena libertad, esta libertad implica el riesgo de éxito o fracaso, no temamos por ello, este ultimo proviene del mal uso de la libertad y por tanto crear conciencia moral del uso de la libertad en el educando es un reto que debemos asumir, para ello es indispensable nuestro ejemplo, la coherencia de vida evidenciada es la mejor forma de ayudar a crecer, es decir de educar.
Los educadores somos personas perfeccionadoras ,difícil y compleja tarea que la hemos elegido en libertad y con optimismo, en tanto el producto sea el deseado, la alegría será la justificación que respalden nuestro quehacer, si de cuando en vez la perdemos, busquémosla, porque corremos el riesgo de convertirnos en pesimistas, no olvidemos que si la fuente de la alegría es el crecimiento de la persona, ¡ que desborde de alegría será ayudar a crecer ! es decir…. educar; esta alegría tiene que notarse en el rosto, en la cordialidad en el trato, en la sonrisa franca donde hay apertura para todos especialmente los estudiantes difíciles, que lo son porque les falta afecto, comprensión tienen cerradas las puertas de la comunicación y se quedan solos con sus problemas, aspectos que el profesor conoce y con abundancia de bien tiene el deber de hacer que los demás lo pasen estupendo asumamos pues con convicción y compromiso la noble tarea de EDUCAR CON OPTIMISMO